¡Conoce a la Calacas Jazz Band, un banda que ha vivido de todo!

Por: Valeria Estefan

Justo afuera del Museo de Antropología en Paseo de la Reforma, una muchedumbre se arremolinaba alrededor de Calacas Jazz Band, nombrada así en memoria de las mexicanísimas festividades del Día de Muertos. Entusiasmados, los entonces inocentes miembros de la banda, acentuaron el sincopado del Dixieland en el que recién se aventuraban, pero que desde entonces pretendían que se convierta en su sello distintivo.

Así fueron los inicios de la Calacas Jazz Band

Creyeron haber conquistado el oído de los ahí presentes. Sólo cuando una multitud de vendedores ambulantes enfurecidos amenazó con “molerlos a palos” por no haber pagado derecho de piso, cayeron en la cuenta de que no eran bienvenidos para ser “músicos de banqueta”. Y como en una comedia de cine mudo…, escaparon deprisa, llevando a rastras sus instrumentos.

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Esta banda originaria de la Ciudad de México, está formada por el banjo y la guitarra de Cristian Merino, la voz de María Arellano, Jazmín Luna en el saxofón alto y la batería de Alejandro Hernández, más la compañía de sus músicos invitados.

Los inicios de Calacas Jazz Band, nuestra Nota Dominante, son auténticamente singulares. Luego de aquél incidente en la periferia de Polanco, todos los domingos, durante dos años, la banda tocó en el Parque México, en la Condesa. Allí aprendieron lo que una escuela no enseña: ganarse al público. La audiencia de la calle es la más compleja; si algo no le parece sencillamente se va caminando desprovisto de algún gesto amable. Pero si es de su agrado, cosa que Calacas Jazz Band consiguió con esfuerzo y constancia, el público es por demás efusivo. La calle ha sido sin duda el mejor escenario para nuestros entrevistados ya que les dio las tablas suficientes para pisar con éxito los escenarios de diversos festivales.

¡El encanto de Calacas Jazz Band radica en la honestidad de su propuesta musical y, sobre todo, en el gusto con el que salen al escenario!

Buscan, como las remotas bandas de los años 20, tocar con el único objetivo de divertir, deleitar el oído y, si hay ocasión, de sacar al público a bailar. Son auténticos músicos de carpa, al más puro estilo de Nueva Orleans, al ritmo de Hot Jazz —también conocido como Dixieland—, Ragtime y Blues. El Jazz, dicen los integrantes de Calacas, es un ameno compañero de vida. Lo demás es lo de menos.

Integrantes de la Calacas Jazz Band

Esta agrupación cuenta con tres álbumes. El primer material lo maquilaron con el dinero que “sombrerearon” en la Condesa, de ahí el nombre de éste: “Gracias por cooperar” (2010), el que por cierto fuese nominado como mejor disco Jazz-fusión en los Indie-o Music Awards. Se trata de una colección de standards que tiene influencia indiscutible del Jazz Manouche. Por otro lado, “Bien Bonito” (2013) es un disco con standards y una adaptación del tema “Todo lo que puedo es darte amor”. Tres años después aparece “Nuevos Retros” (2016), su tercer lanzamiento y el que hasta hoy ha representado el mayor desafío para Calas pues todos los temas son de su autoría.

A pesar de su efervescente entusiasmo, Calacas Jazz Band se ha enfrentado a la crítica del Jazz mexicano. Al parecer, incursionar en el Hot Jazz no ha sido bien recibido por todos. Como si tuviera algo de malo, sus miembros fueron acusados por la crítica de “haberse robado los instrumentos del abuelo”. Esa no fue su intención.

Calacas Jazz Band representantes del dixieland jazz

Nunca han pretendido darse a conocer como los “redescubridores” del Dixieland en suelo nacional, al contrario, Calacas Jazz Band toca y seguirá tocando Jazz genesíaco o a lo que los americanos se refieren como Early Jazz, por una simple razón: porque es su género preferido y porque son admiradores de la autenticidad de los abuelos.

Pero si hay que encontrar culpables, entonces hay que admitirlo, el compromiso con el espectáculo y la diversión es la mayor herencia que esta agrupación encontró en el baúl de los recuerdos, justo lo que en su opinión, le hace falta al Jazz mexicano.

Yo soy Valeria Estefan. Notas hay muchas. Dominantes…, muy pocas. Me despido no sin antes compartir esta frase de Dave Brubeck, pianista y compositor, considerado uno de los grandes exponente del Cool Jazz: “El peor proceso para un músico de Jazz es gestionar una presentación. Una vez que estás ahí y estás tocando, todo es maravilloso.”

¡Atrévete a conocer a la Calacas Jazz Band, una gran propuesta musical mexicana!