¡Los rituales de hongos y peyote, ejemplos de una cultura ancestral y sus sincretísmos históricos!
Existen múltiples tipos de rituales con plantas de poder en nuestro país, las curaciones de peyote de la cultura Huichol, la toma de hongos en Oaxaca, los chamanes en Catemaco, etc. Cada uno son ejemplo de la diversidad cultural que existe en nuestro país.
Los mexicanos somos una cultura mestiza, fusión de varias cosmovisiones agrupadas bajo costumbres que nos hacen muy únicos. Raíces en lo ancestral prehispánico y raíces en una visión criolla.
Al ser una conexión con nuestra esencia más ancestral e instintiva, las expresiones espirituales, como las limpias, siempre han sido una parte fundamental de nuestra sociedad.
Los ritos de hongos y peyote son costumbres que pasan de padres a hijos
Por su implicación prehispánica y en muchos sentidos ” de cultura pagana”, muchos años fueron ritos perseguidos por la inquisición y otras instituciones históricas, no obstante siempre han sobrevivido por ser parte crucial de un manera de ver el mundo. Conocimiento que pasa de generación en generación.
La curación con hongos
Existen más de 200 tipos distintos de hongos con sus respectivas sustancias psicoactivas en México. Los famosos pajaritos, derrumbes, San Isidros, etc, diferentes especies que han sido usados en nuestro país desde tiempos mesoamericanos.
La meca de este tipo de plantas de poder en nuestro país esta en Oaxaca, en donde se pueden encontrar más de 50 tipos distintos de hongos alucinógenos. En este estado, en el pueblo de Huatla de Jimenez, nació la famosa curandera Maria Sabina, introducida al mundo en los años 50´s por el escritor y etnobotanista, Robert Gordon Wasson.
Las ceremonias con hongos, generalmente nocturnas, tiene como objetivo confrontar y curar problemas emocionales y físicos, pero también ser una conexión con los antepasados, como forma de despertar la consciencia de nuestro lugar y tiempo en el universo.
Las tomas de Peyote
Dice una vieja leyenda de la cultura Wixarika, mejor conocidos como Huicholes, que en una época en la que se sufrían penurias y hambre, los sabios decidieron mandar de cacería a 4 jóvenes (agua, tierra, fuego y aire), quienes caminaron por el desierto varios días.
Cuando estaban apunto de desvanecer, un venado azul, animal de poder de esta cultura, se apareció en el horizonte, como si su papel fuera guiar el camino. Uno de ellos disparó una flecha la cual hirió al animal.
Corrieron hacia donde se había desplazado esperando encontrar su cuerpo, ante su sorpresa no encontraron al animal, sino múltiples peyotes que llevaron a su gente, con los cuales curaron el hambre y la sed.
Este ritual, popularizado por los libros de Carlos Castañeda, sin duda es uno de los más populares en México. Su ceremonia no solo pide por uno mismo, sino por el camino del universo y las energías que lo sostienen.
Su ceremonia es una representación simbólica del camino que esos 4 jóvenes siguieron en el desierto, sólo que uno camina buscando encontrar lo que el hikuri (venadito en huichol) quiere que encuentres.
Los rituales de hongos y peyote en México, experiencias para quienes buscan conectar con las energías universales