¡La historia del gran Tlahuicole, un guerrero valiente y orgulloso de su raza!
Tlahuicole (1497-1518) fue un joven Otomí hijo de nobles miembros el Señorío de Tlaxcala. A los 20 años de edad ya era famoso por ser un guerrero sumamente fuerte y diestro con las armas, se distinguió por su valor durante las Guerras Floridas (Xochiyaoyotl) contra la Triple Alianza.Su nombre significa “El de la divisa de barro”, puessiempre cargaba un asa de barro cocido.
Hubo una batalla en 1516, sucedió en Huautla, con un triunfo de los Mexicas, en la huida de los soldados tlaxcaltecas, Tlahuicole cayó en una ciénega y no pudo salir de ella.
Ahí fue encontrado por los soldados huexotzincas, quienes lo ataron y lo llevaron prisionero hasta la gran ciudad de Tenochtitlan. Al llegar fue recibido por Cuitláhuac el señor de Iztapalapa. El noble mexica no tardó en llevarlo ante el emperador como trofeo de guerra y éste lo recibió con los más grandes honores.
Moctezuma Xocoyotzin colmó de regalos y mujeres al noble otomí, tratando de ganarse su confianza para hacerlo parte de las negociaciones con Tlaxcala. Pero Tlahuicole era de madera sólida, nacionalista y muy apegado a sus tradiciones guerreras, así que le pidió a Moctezuma Xocoyotzin que le diera muerte lo antes posible, pues un capitán capturado en la guerra era deshonroso para los Otomíes.
Moctezuma como hábil político y negociador, no haría caso a las peticiones de Tlahuicole y lo mantuvo “prisionero“ hasta convencerlo de servir bajo el estandarte Mexica en las guerras contra los Tarascos.
Los Tarascos ancestralmente también eran enemigos de los Tlaxcaltecas, por lo que Tlahuicole aceptó el pago de los favores otorgados por el emperador liderando en la guerra a los soldados tenochcas; luchó de pie, jamás se rindió y así honró eternamente a todos los Otomíes.
¡Tlahuicole era el mejor líder por que luchaba sin cuartel junto a sus tropas, mostrándoles el camino!
Tlahuicole marchó como capitán de milicia bajo el mando de Cuauhtémoc en la Guerra del Salitre para apoyar a los estados de Sayula y Autlán, el mismo Cuauhtémoc que luego sería nombrado tlatoani en el declive del Imperio Azteca, prisionero de Hernán Cortés desde 1521 hasta su muerte en 1525…
Al regreso de la Guerra del Salitre, Cuauhtémoc, habló al emperador de la valía de Tlahuicole y su enorme contribución en la batalla. Moctezuma insistió de nuevo en concederle la libertad para que regresara con los suyos y sirviera de ejemplo de la buena voluntad Mexica, una vez más, en un silencio simbólico, el héroe pidió de nuevo la muerte.
Fue sacrificado como gladiador, durante la lucha, según el Códice Mendoza, fue atacado simultáneamente por ocho guerreros y sacando del combate a otros veinte. Su cráneo y su corazón fueron ofrecidos a Huitzilopochtli, el dios de la guerra, por Moctezuma, en el mismísimo Templo Mayor…